Para defender hay que usar las manos, por lo que nunca tienes que tener las manos colgando o en forma de cruz. Porque si estás en una de esas posturas no podrás robar balones o incomodar al defensor. Algunos jugadores al usar mucho las manos, interceptan más balones cuando el contrario está botando, roban muchas líneas de pase, etc... Al usar mucho las manos consiguen robar balones y así conseguir canastas fáciles.